cafesUn día entra un hombre a un bar a las cinco de la madrugada, y le pide al mozo un café frío. El mozo le dice que no tiene café frío, sólo caliente. Esto vuelve a ocurrir tres o cuatro veces más, por lo que el mozo ya hastiado con la situación se dice a sí mismo: Voy a tener café frío para este hombre que va a venir hoy, también. Al otro día llega el hombre y le dice al mozo: ¿Tiene café frío? A lo que el mozo le responde: Sí, acá lo tiene. Y el hombre le dice: ¿Me lo puede calentar un poquito? |